A veces, persiguiendo nuestras metas a largo plazo, nos olvidamos de los valores que nos guían hacia estas metas. No es que las metas no sean importantes, lo son. Pero los valores son los que hacen que la vida sea rica y significativa para nosotros.
¿Qué son los valores?
Los valores son la guía del ser humano sobre cómo se quiere comportar de manera estable en su vida: cómo quiere tratarse a sí mismo, a los demás y al mundo que le rodea. Son cualidades y actuaciones de la persona que permanecen a lo largo del tiempo.
¿Cómo reconocer qué valores tengo y hacia cuáles quiero ir?
Pregúntate:
– ¿Cómo me gustaría comportarme conmigo mismo? ¿Me gusto?
– ¿Cómo me gustaría comportarme con mis seres queridos? ¿Qué valoro más? ¿Amor hacia ellos? ¿Ser justo con ellos? ¿Ser auténtico?
– ¿Qué fortalezas tengo y cuáles me gustaría mejorar?
– ¿Qué priorizo por encima de otras cosas?
¿Objetivos o valores? Ejemplos:
Quiero sacarme la carrera de psicología —> objetivo
Pero para sacarla estudiaré y no trataré de engañarme a mi mismo y a mis profesores.
Quiero comprarme una casa —> objetivo
Pero no aceptaré trabajos denigrantes para ganar dinero, ni prescindiré de mi tiempo de ocio y de calidad con mis amigos para ahorrar dinero.
Quiero tener un hijo —> objetivo.
Pero antes de tener un hijo, priorizaré la estabilidad en mi vida de pareja y en el trabajo. Será una decisión meditada y no impulsiva.
Para los valores el fin no justifica los medios. La forma de llegar a este fin (los objetivos) debe ser válida y acorde a nosotros mismos (a nuestros valores).
¿Qué diferencia los valores de otras cosas?
- No es como deberías comportarte o cómo los demás exigen que te comportes, es cómo TÚ DESEAS comportarte.
- Eliges tus valores conscientemente, no es una imposición.
- Los valores no cambian de un día para otro, son formas de comportarse continuados en el tiempo.
- Los valores y los objetivos no son lo mismo. Los objetivos es a lo que quieres llegar o conseguir, los valores es cómo quieres comportarte en el camino.
- Los valores no es necesario justificarlos. Igual que cuando vas a elegir el sabor de helado, no te justificas cuál te gusta. De hecho, sería muy difícil argumentar por qué te gusta un sabor y no otro.
- Puedes darle importancia a unos valores y no a otros.
Algunos de los valores importantes
Aceptación: consiste en aprender a aceptar la experiencia interna (pensamientos, sentimientos, sensaciones) sin intentar cambiarla. Esto no significa resignación, sino reconocer y hacer espacio para la experiencia dolorosa como parte de la condición humana. “Me acepto como soy y me gusto. Acepto mi cuerpo. Acepto mis fortalezas, mis defectos y mis maneras de comportarse. Acepto la vida que llevo. Acepto a los demás y no intento cambiarlos. Acepto que ellos tienen sus propios valores y su forma de llevar su vida.”
Presencia consciente/Consciencia: Cultivar la habilidad de estar completamente presentes en el aquí y ahora, con apertura, curiosidad y receptividad, lo que permite a las personas desengancharse de pensamientos automáticos y destructivos. Estar conscientes nos permite disfrutar de la experiencia y no solo del destino final.
Desapego de la identificación con el yo: Ayuda a las personas a ver sus pensamientos y sentimientos como eventos mentales pasajeros, en lugar de identificarse con ellos o verlos como verdades absolutas.
Flexibilidad psicológica: La capacidad de estar en contacto con el momento presente de manera completa y cambiar o persistir en el comportamiento cuando hacerlo sirve a los valores personales. Capacidad de adaptarse a las circunstancias cambiantes de la vida.
Acción comprometida con los valores: Se refiere a tomar acciones guiadas por los valores personales, incluso en presencia de obstáculos, para construir una vida más rica y significativa.
