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El síndrome de la CINTILLA ILIOTIBIAL (o síndrome del corredor) es una lesión bastante frecuente en deportistas, sobre todo en corredores y, en menor medida, en ciclistas. Su causa es la fricción de dicha banda con el cóndilo femoral externo, por esta razón también se conoce como el síndrome de fricción de la cintilla iliotibial. 

Esta estructura es la extensión del tensor de la fascia lata, el cual se origina en la espina iliaca anterosuperior, pasando por el trocánter mayor del fémur, donde se fusiona con algunas de las fibras de la porción superficial del glúteo medio y mayor y se inserta mediante la cintilla iliotibial en su porción distal, en la tuberosidad tibial externa. 

Es aproximadamente cuando la rodilla tiene una flexión de 30º cuando se genera una mayor fricción de la banda. En esta línea, se encuentran estudios en los que se explica el por qué esta lesión es muy común en corredores los cuales incluyen en sus salidas cuestas abajo. En este plano inclinado, la flexión de rodilla se produce con mayor frecuencia, por lo que la fricción de la cintilla es más notable. Además, el sobreentrenamiento, correr largas distancias o con mayor frecuencia sin una adaptación previa son, también, factores predisponentes.

Durante la fase de contacto con el suelo, el fémur aduce la pelvis, el glúteo y el tensor de la fascia lata se contraen excéntricamente mientras que, durante la propulsión, los abductores lo hacen en concéntrico.

Cuando la técnica de carrera falla a causa de la fatiga o por debilidad en la musculatura abductora, en concreto el glúteo medio, se tiende a la pronación para intentar conseguir así una aducción y rotación interna, desencadenando de esta forma el patrón lesional, la tensión del tensor de la fascia lata aumenta haciendo que la cintilla friccione sobre el cóndilo femoral con más fuerza.  

Como en cualquier lesión, una buena valoración inicial ayudará a plantear un mejor tratamiento, acortando plazos y proporcionando una recuperación eficaz y completa del paciente. 

Para realizar el mejor diagnóstico posible será necesario extraer la información más relevante de la anamnesis, la exploración y las pruebas ortopédicas. 

Un paciente con una lesión en la cintilla iliotibial, referirá dolor en la cara externa de la rodilla, inicialmente difuso, pero a medida que la cintilla se va irritando más, el dolor que se describe es de tipo punzante y localizado, que suele aparecer al finalizar el entrenamiento o durante el mismo y que, además, cede en reposo. Esto último no se cumplirá si la lesión tiene un grado más elevado. 

Mediante la observación e inspección se puede valorar ciertos aspectos predisponentes a desarrollar esta lesión como, por ejemplo, tener una pierna más larga que otra o la existencia de varo de rodilla o pronación excesiva del pie.

En una fase más avanzada de la lesión se podrá encontrar la zona inflamada e incluso un hematoma. 

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