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Siempre has querido dejar de fumar, pero hasta ahora no has encontrado la manera de hacerlo. ¿Te suena familiar? Has probado de todo, desde parches de nicotina e hipnosis hasta prohibírtelo y poner a prueba tu fuerza de voluntad, pero el hábito sigue ahí, aferrado. Estás en continua lucha consigo mismo. Es normal sentirse frustrado y tal vez un poco enfadado contigo mismo. Sin embargo, no te desesperes, hay maneras efectivas de abordar este desafío.

Antes de nada, vamos a ver qué es lo que no suele funcionar o lo empeora:

Prohibirte fumar a ti mismo: Si alguna vez has dicho «¡Basta, no vuelvo a fumar nunca más!», probablemente te hayas encontrado con una fuerte resistencia interna. Es como decirle a un niño que no toque el pastel en la mesa; de repente, el pastel se vuelve irresistible. Cuanto más te prohíbes fumar, más atractivo se vuelve el cigarrillo.

Subestimar el placer de fumar: Todos sabemos que fumar es malo para la salud, pero a veces olvidamos que fumar también ofrece placer y relajación. Si solo te enfocas en lo negativo y no reconoces el disfrute que obtienes de fumar, sentirás que te estás quitando una parte importante de tu vida. Por ejemplo, piensa en la satisfacción que sientes al encender un cigarrillo con tu café matutino. Cuando no queremos nombrar algo o lo ignoramos, le damos más fuerza. Reconocerlo lo convierte en una parte más de tu día a día y disminuye su potencia.

Repetir hábitos negativos: Imagina que has tenido un día muy estresante en el trabajo. Llegas a casa, y tu primera reacción es encender un cigarrillo para relajarte. Esta repetición constante refuerza la conexión entre el fumar y el alivio del estrés. Cada vez que recurres al tabaco para calmarte, estás fortaleciendo ese hábito, lo que hace que romper el ciclo sea mucho más complicado.

Terapia psicológica adicciones Ginkgo Salud

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Desde la perspectiva de la Terapia Breve Estratégica (TBE), dejar de fumar no se trata solo de fuerza de voluntad. Como ya has visto, si simplemente te prohíbes fumar, lo más probable es que termines deseándolo aún más. Así que, en lugar de luchar constantemente contra ese deseo, vamos a adoptar un enfoque más sutil.

Primero, es esencial reconocer que tienes dos necesidades en conflicto: la necesidad de fumar y la necesidad de proteger tu cuerpo. Hasta ahora, probablemente has intentado suprimir la necesidad de fumar, lo que solo ha alimentado tu ansiedad y deseo. En lugar de eso, vamos a equilibrar ambas necesidades.

Piensa en esto como una balanza. Por un lado, tienes el placer inmediato de fumar, y por el otro, tienes el deseo de proteger tu salud. La clave es hacer que la necesidad de cuidar tu cuerpo se vuelva tan fuerte como la de fumar. Esto no ocurre de la noche a la mañana, pero es posible.

Fumar es difícil de dejar porque no es solo una adicción física a la nicotina. También es un hábito profundamente arraigado en tu rutina diaria, tus interacciones sociales y tu manejo de las emociones. Fumar alivia el estrés, la ansiedad y otros sentimientos negativos, y romper este ciclo puede ser muy desafiante. Hay que tener en cuenta el placer que te proporcionan. ¿Cuáles son los cigarrillos que realmente disfrutas? ¿Y cuáles te hacen sentir mal o los fumas sin pensar?

En lugar de odiarte por querer fumar, acepta esos deseos. Reconoce que fumar ha sido una forma de manejar tus emociones que hasta el momento te resultó funcional. Ahora, vamos a encontrar alternativas más saludables para satisfacer esas necesidades emocionales. Cada uno necesita encontrar sus propias actividades, pero simplemente pasar tiempo con amigos que no fumen o haciendo cosas incompatibles con fumar ya puede ayudarte. Estas alternativas no solo te ayudarán a sentirte mejor, sino que también reforzarán tu decisión de dejar de fumar, sin prohibírtelo directamente.

No se trata solo de cuántos cigarrillos fumas, sino de cómo el hábito afecta tu vida. Reflexiona sobre cómo el tabaquismo está en conflicto con tus valores y metas. ¿Tu meta es vivir más años saludables, tener más energía, o poder disfrutar del ejercicio sin quedarte sin aliento? ¿Uno de tus valores es respetar tu cuerpo? Enfócate en cómo dejar de fumar puede mejorar la calidad de tu vida y ayudarte a alcanzar estos objetivos.

Dejar de fumar es un viaje, no un destino inmediato. Al adoptar un enfoque equilibrado que respete tus necesidades emocionales y valore tu salud, puedes encontrar una manera más efectiva de dejar el tabaco. Con apoyo adecuado y la disposición para probar nuevas estrategias, aumentarás tus posibilidades de éxito y podrás llevar una vida más saludable y satisfactoria.

Recuerda, no estás solo en esto. A través de la terapia y cultivando un cambio paulatino en tu perspectiva, puedes finalmente superar el hábito de fumar y alcanzar la vida que deseas.

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