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Hablando de la comunicación siempre utilizamos los mismos términos: escuchar activamente, practicar la empatía, usar “mensajes yo”…  Lo habremos oido miles de veces ¿Pero cómo pasar de la teoría a la práctica? Os vamos a presentar varias prácticas básicas, empezando hoy por la escucha activa.

¿Como se escucha activamente?

La escucha activa implica prestar toda tu atención a la persona que habla, comprendiendo su mensaje, respondiendo de manera apropiada y recordando lo que se dijo. También se le debe dar mucha importancia a la parte no verbal de la conversación.

 
Claves de la escucha activa:

  • Prestar toda tu atención: mira a tu pareja mientras habla, sin distracciones como el móvil o la televisión.
  • Mostrar que estás escuchando: mantén el contacto visual con la persona. Usa gestos como asentir con la cabeza y confirma con palabras o frases cortas que entiendes lo que te está diciendo: “ya”, ”entiendo», «veo».
  • No interrumpas: espera a que tu pareja termine de hablar antes de responder.
  • Resumir y aclarar: para asegurarte de que has entendido bien, puedes resumir lo que tu pareja ha dicho y preguntar para aclarar cualquier duda.
  • Responder de manera apropiada: tu respuesta debe reflejar que has comprendido la esencia de lo que tu pareja ha compartido, ofreciéndole apoyo y consuelo. Se puede dar un consejo si se solicita.

Ahora imagina una situación real. Estás en casa, preparando la cena y llega tu pareja. El/ella ha tenido un día difícil en el trabajo y quiere hablar contigo sobre ello.

Si no practicaras la escucha activa, la conversación posiblemente iría así:

Pareja: Hoy fue un día terrible en el trabajo. Mi jefe me cargó con tareas nuevas sin pensar en todo lo que ya llevo encima.

Tú: Vaya, que mal. ¿Quieres ver una peli esta noche y así te distraes?

En este ejemplo, aunque hay un intento de consolar, no se profundiza en los sentimientos de la pareja ni se le da espacio para expresarse más.

 

Conversación con escucha activa

Pareja: «Hoy fue un día terrible en el trabajo. Mi jefe me cargó con tareas nuevas sin pensar en todo lo que ya llevo encima.

Tú: Vaya, lo siento. Parece que realmente fue un día frustrante para ti. Me imagino que sentirás que no valora nada tu tiempo y tu trabajo. ¿Quieres hablar más sobre eso?

En este ejemplo, demuestras escucha activa de varias maneras:

  • Reconoces el problema: muestras que comprendes la situación y reconoces por qué fue estresante.
  • Empatía: Expresas empatía al entender cómo esta situación podría hacer sentir a tu pareja, validando así sus emociones.
  • Invitas a compartir más: le ofreces un espacio para que pueda profundizar en sus sentimientos y pensamientos, cosa que le ayudará a desahogarse. Conversaciones así fortalecen vuestra conexión.

Aunque en este post hablamos de relaciones de pareja, en realidad es una habilidad muy versátil que se puede utilizar en prácticamente cualquier situación donde nos comunicamos con otros para mejorar el entendimiento, fortalecer las relaciones y fomentar un ambiente de respeto y colaboración. Aquí te detallo algunas situaciones donde la escucha activa puede ser particularmente útil:

  • Con amigos: Escuchar activamente a los amigos cuando comparten sus experiencias, problemas o logros ayuda a fortalecer los lazos de amistad y demuestra tu interés y apoyo por ellos.
  • En la familia: La escucha activa es crucial para mantener relaciones saludables con los miembros de la familia, ya sea con los hijos, padres o hermanos. Ayuda a resolver desacuerdos, a entender mejor las perspectivas de cada uno y a expresar apoyo y amor de manera efectiva.
  • En el trabajo: Con colegas, supervisores o empleados, la escucha activa puede ayudar a resolver conflictos, mejorar la colaboración en proyectos, facilitar reuniones más productivas y fomentar un ambiente laboral positivo.
  • Durante el aprendizaje: Ya sea en un ambiente académico como estudiante o profesor, o en situaciones de aprendizaje informal, escuchar activamente puede mejorar la comprensión y retención de información y fomentar un ambiente más interactivo y participativo.
  • En situaciones de servicio al cliente: La escucha activa permite a los profesionales de servicio al cliente comprender mejor las necesidades y preocupaciones de los clientes, ofreciendo soluciones más efectivas y mejorando la satisfacción del cliente.
  • En la mediación y resolución de conflictos: Los mediadores utilizan la escucha activa para entender las posturas de todas las partes involucradas, facilitando así las soluciones mutuamente aceptables.
  • En terapia: Los terapeutas utilizan la escucha activa como una herramienta fundamental para entender los problemas, miedos y esperanzas de sus pacientes, proporcionando apoyo y guía más efectivos.
  • En entrevistas: Tanto para el entrevistador como para el entrevistado, la escucha activa es esencial para entender las preguntas y respuestas completamente, permitiendo una comunicación más efectiva y dejando una impresión positiva.
  • En negociaciones: Escuchar activamente a la otra parte puede revelar sus verdaderas necesidades y preocupaciones, lo cual es crucial para llegar a acuerdos beneficiosos para ambos lados.
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